Si me escuchas, me entiendes
¿Para qué te sirve?
Este simpático spot argentino ejemplifica muy bien cómo pueden ser los malentendidos en la comunicación.
Cuando escuchamos muchas veces interpretamos a nuestra manera lo que la otra persona nos ha querido decir. Esto genera una «brecha interpretativa» entre lo que el emisor trata de decir y lo que el receptor del mensaje finalmente escucha. El primer paso para reducirla es ser conscientes de que esto nos puede ocurrir cuando nos comunicamos en nuestro día a día. Y es que, no solo somos responsables de lo que decimos, sino también de verificar si la otra persona ha comprendido lo que hemos querido transmitirle.
¿Qué herramientas pueden ayudarnos a comunicarnos mejor, a reducir la «brecha interpretativa«? La escucha activa y empática es aquella en la que no solamente escuchamos con nuestros 5 sentidos puestos, sino en la que también sabemos identificar los sentimientos y preocupaciones que están detrás del discurso de nuestro interlocutor. Existen técnicas propias de este tipo de escucha que nos pueden ayudar a recudir esta «brecha» en la comunicación. Por ejemplo, pedirle a nuestro interlocutor que repita con sus propias palabras aquello que ha escuchado en nosotros. Y habilidades como: guardar silencio cuando escuchamos (un silencio no solo exterior, sino también interior, es decir, vaciar nuestra cabeza de pensamientos para poner toda nuestra atención en las palabras del otro), otras como no interrumpir, no tratar de adivinar lo que la otra persona va a decir, o simplemente, estar atentos al lenguaje gestual de nuestro interlocutor.
Todas estas ayudas y muchas otras contribuyen a una comunicación profunda y auténtica.
«Saber escuchar es el mejor remedio contra la soledad, la locuacidad y la laringitis», de William George Ward.
Reflexiona y actúa
¿En qué te ha hecho pensar el vídeo? ¿Cómo es la escucha de Roberto? ¿Qué le ha faltado al protagonista para que Roberto comprendiera que tenía que comprar huevos? ¿Y qué le ha faltado a Roberto para entenderlo mejor?
¿Te ha pasado alguna vez algo parecido? ¿Cuál es el último malentendido que recuerdas? ¿Qué harías diferente ahora? ¿Qué aprendizajes podrías llevarte a tu realidad?
Como padre/madre, líder de un equipo, profesional del ámbito educativo…¿Cómo es tu escucha? ¿Qué haces tú para reducir la «brecha interpretativa»? ¿Pones en marcha alguna de las habilidades descritas en el «Para qué te sirve»? ¿Cuáles crees que son más efectivas para una comunicación auténtica con tus alumnos, equipo, hijos, etc? ¿Qué cosas harás diferente después de ver este vídeo?
Amplía información
Recomendamos post de @PilarJerico: «Cómo evitar los malentendidos«.
También: «Escucha Activa: 14 Formas De Desarrollar Tu Mayor Superpoder«.
Y «Los 15 errores más comunes cuando escuchamos«.
Un paso más allá, la escucha empática. Para profundizar en ella, recomendamos: «Comunicación interpersonal. Aprende cómo escuchar y responder con empatía«, vía @manuelgross.
Y esta charla TED de Julian Treasure: «5 maneras para escuchar mejor«.
Y para terminar, un cuento sobre la comunicación: «El cuento de la sopa y los problemas de comunicación«.
Los aprendizajes sobre cómo mejorar nuestra escucha los hemos extraído del libro “No es lo mismo” de Silvia Guarnieri y Miriam Ortiz de Zárate.
Imagen por Anais Rubió-Galván
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Un comentario
definitivamente al escuchar nos entienden. sin embargo hay personas que es mejor que nos oigan.