No juzgues sin conocer
¿Para qué te sirve? Para reflexionar sobre la facilidad con la que, a raíz de un hecho, emitimos un juicio, probablemente infundado. Comprender la diferencia entre hechos (objetivos, ejemplo: «La mesa es cuadrada») y juicios (subjetivos, ejemplo: «La mesa es bonita). No hay que dejarse llevar por las apariencias o primeras impresiones que probablemente nos
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